El Proyecto
Un nuevo día
estaba por comenzar. Ya conocía a dos personas: Tom y al chico del casillero no
sabía su nombre pero no estaba tan sola. Llegue al salón de primera así que entre
al baño, estaban las tres niñas creídas como siempre peinándose y
maquillándose. Me mire al espejo para ver si no estaba despeinada, me arregle y
salí para ir a mi casillero para buscar mi libro de español y de matemáticas.
El chico de ayer estaba en su casillero así que lo salude:
-Hola, ¿como
estas?
-Muy bien ¿y
tú?
-Muy bien,
oye… ¿cómo te llamas?
-Dylan ¿y
tú?
-Victoria
-¿Estás en
onceavo grado?
-No, en
decimo ¿y tú?
-Onceavo
Era un año
mayor que yo, quizás podría hacerme una gran amiga de él para conocer a sus amigos,
el era bastante guapo pero prefiero a los rubios con ojos cafés o de colores
claros. Me despedí con una sonrisa y entre al salón. Nicole estaba en su puesto
de siempre y me estaba mirando mal, lo cual no es nada nuevo. De repente entró
la maestra de español con una chica a su lado.
-Buenos días
estudiantes les quiero presentar a su nueva compañera Manuela.- dijo la
profesora
Era una niña
súper alta, delgadísima y con cabello rojo. Ojos grises (lentes de contacto de
color) y era gótica. Tenía unos guantes negros y medias blancas hasta las
rodillas, parece que iba a causar problemas.
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Cuando entro
no sabía qué hacer. Habían dos puestos cercas y no quería tenerla a mi lado.
Por suerte se sentó alado de Victoria. Al sentarse agarro el suéter de victoria
y el mío y nos dijo:
-Si se meten
conmigo ya verán.
Ambas nos
miramos por primera vez de una forma como si pensáramos lo mismo. Aparté la vista
y le quite la mano de mi suéter. Durante toda la clase se empezó a rayar las
manos con símbolos extraños. Era demasiado rara. Cuando un profesor salió le
dijo a Tom:
-Oye chico
mariquita, ¿cuál es tu nombre?
-Quien, ¿yo?
-Sí, no veo
a otra persona gay en este salón
-Yo no soy
gay, ¿Qué te pasa?
Manuela se
levanto con intenciones de golpear a Tom pero la profesora entró y lo salvo.
Sonó la hora del recreo y salí después de Manuela para no buscarme problemas.
Ella es demasiado rara, no me cae bien. Tom me agarro del brazo y me dijo:
-Nicole
ayúdame por favor.
-Yo no puedo
hacer nada- respondí
Ambos nos
miramos y luego me soltó y se alejo. Baje con Camila al recreo. Le mostré a la
chica nueva y me miro con una cara muy preocupada
-No te metas
con ella- me advirtió
Asentí y
formé la fila. Compre una soda, pague y salí. Me senté en la mesa de siempre
para ver a Dylan. Camila y yo hablamos de que haríamos en el fin de semana y me
dijo que Derek el chico del bus colegial haría una fiesta en su casa que tenía
una piscina el sábado. Derek no me lo había mencionado quizás no me invitaría.
El recreo se acabó y nos tocaba ciencias. Al entrar al salón la profesora ya
estaba dando clases, me demore un poco porque tenía que darle tres dólares a mi
hermano en octavo grado. Al sentarme la profesora empezó a explicar el trabajo
en grupo que haríamos sobre la contaminación del planeta. Todo iba bien hasta
que dijo:
-Tom y Cloe
juntos en grupo, Carla y José juntos y Victoria y Nicole juntas.
Ambas
dijimos lo mismo a la misma vez: ¡QUE!
Nos miramos
mientras Tom quedo sorprendido y pregunto:
-¿Para
cuándo es este proyecto profesora?
-Deben
traerlo este viernes listo para revisarlo y calificarlo
El trabajo
de la contaminación debe ser una chara pueden traer una maqueta o un cartel que
muestre ejemplos de la contaminación y formas de ayudar a nuestro planeta.
-Profesora
mire, ¿no me puede cambiar de compañero?
-Ya mencione
los grupos y así se quedaran- respondió mientras sonaba la campana y salía del
salón
Victoria y yo nos
miramos de una forma de rechazo.
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No lo podía creer. Me
tenía que reunir con Nicole mañana para hacer este tonto proyecto de la
contaminación. ¿Cómo voy a invitarla a mi casa o a siquiera entrar a la de
ella? Nunca hablamos.
Me acerque a ella y muy
nerviosa le pregunte:
-Bueno no podemos hacer
nada, tenemos que trabajar juntas a pesar de que tenemos nuestras diferencias y
problemas… ¿Dónde nos reunimos en mi casa o en la tuya?
-Creo que en mi casa es
mejor, tengo una terraza donde podemos trabajar cómodas.
-Entonces, ¿mañana
traigo ropa y me voy en tu bus?
-Pues sí al menos que
quieras trabajar en uniforme
-No yo apenas llego de
la escuela me quito el uniforme y me pongo shorts y una camisa.
-Igual que yo, siempre
uso shorts en mi casa.
-Bueno y que haremos,
¿un cartel o una maqueta?
-¿Qué quieres hacer tú?
-Creo que sería más
fácil y rápido hacer una cartulina
-Está bien, cerca de mi
casa hay una farmacia Arrocha podemos
ir caminando y comprar los materiales.
Victoria se sentó y
prestó atención a las reglas del proyecto para que pudiéramos ganar una buena
nota.
Sonó la campana del
recreo y ambas a la misma vez, vi a Camila me acerque y empezamos a hablar.
-Cami, mira creo que me
gusta Dylan, el chico que tu dijiste que era lindo, el de cabello castaño.
-¿Enserio? Para mi paso
a la historia, ya me gusta otra persona ¿sabes?
-¿Quién?
-Un chico de décimo se
llama Justin, está en mi salón, es rubio de ojos grises azulados. Esta
guapísimo y nos hablamos muy bien.
-Me alegro por ti, ojala
tengan algo más que una amistad en algún futuro.
-Sí, eso espero. Oye y
como te va con Dylan ¿han hablado?
-Ayer me lo presentaron
en la salida y le pedí el Messenger pero nunca se conecto.
-Deberías invitarlo a la
fiesta de Derek ¿no crees?
-Quizá ya lo invitaron
el está en el mismo año que Derek en onceavo.
Sonó la campana que
indicaba el fin del recreo. Yo conozco a Matt un chico de onceavo, el año
pasado siempre nos sentábamos juntos. El parece ser un gran amigo de Dylan
siempre están juntos así que me acercare a él y le hablare.
-Hola Matt, no te había
saludado desde que llegue.
-Hola chica de la que
Dylan no para de hablar
-¿Dylan habla de mí? –le
pregunte en un tono de ansiedad
-Adiós, me tengo que ir
a clases.
Se marcho sin decir más
nada, quede muy intrigada así que en la salida lo buscaría para que me contara
que decía Dylan de mi.
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Entre al salón y Manuela la chica
rara que me amenazo estaba sentada en su puesto pintándose las uñas con un
marcador permanente negro. Ella era muy extraña y no me gustaba su forma de
actuar.
Nos tocaban dos horas de educación
física así que todos salimos del salón para ir al gimnasio. En esta escuela los
niños eligen un deporte diferente cada año y las chicas siempre somos las
porristas y competimos contra los otros salones. Esta era la primera clase en
el año así que no hicimos nada solo nos orientaron a nosotros, los nuevos para
que supiéramos las reglas de la competencia. Yo estaba dispuesta a competir y quizás
esto me ayudaría a conocer más personas.
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